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La linterna o foco de buceo es esa pequeña gran compañera que muchas veces pasa desapercibida. Es muy importante y necesaria sobre todo cuando hacemos el buceo nocturno y muy pero que muy útil cuando buceamos en pecios, cuevas, buceos profundos y ya ni os contamos para los apasionados de la fotografía bajo el agua.

Y si hablamos de seguridad la linterna puede ser un articulo pasivo de seguridad que nos puede sacar de algún apuro.

Hay un montón de modelos distintos. Por tamaños, por luminosidad, segun las necesidades. ¿ Que linterna de buceo elegir?

COSAS A TENER EN CUENTA

 

Determinar un presupuesto aproximado nos ayudara a saber en que rango nos moveremos y cual será la mejor para nuestras necesidades encontrar el modelo que mejor se adapte a las necesidades de inmersión que solemos hacer. Hay que tener en cuenta que dentro de un mismo rango de precio podremos encontrar gran variedad de modelos con distintas prestaciones. 

Algo  fijarnos es en el tipo de baterías que utiliza la linterna o el foco en cuestión. Lo ideal siempre que bucee más de una vez al año suelen ser los modelos con baterías recargables, a la larga siempre ahorrará dinero. Por no hablar de los beneficios medioambientales que esto supone.

Es importante conocer el tiempo de recarga para no llevarnos sorpresas. Es el tiempo que tarda la batería en quedar totalmente cargada para un nuevo uso y dependerá del tipo de baterías y del cargador utilizado.

El tipo de lámpara: existen diferentes modelos de bombillas (tungsteno, halógeno, xenón, HID, LED). Las bombillas de xenón, tungsteno y halógeno son las menos costosas, pero tienen dos desventajas: son un poco menos potentes y usan la batería más rápido. A modo de comparación, una lámpara HID de 10 vatios se ilumina, así como una lámpara halógena de 50 vatios, mientras utiliza solo el 20% de la energía requerida para halógeno. Las lámparas LED son las mejores en este momento y tienen la ventaja de ser las más duraderas.

Nunca está de más valorar los modelos que ofrecen bombillas de intensidades diferentes, lo que nos permitirá utilizar una u otra durante la inmersión, en función de las circunstancias a las que nos enfrentemos en cada caso.

También debemos fijarnos en el haz de luz y su potencia. Cuanto más alcance tenga nuestra linterna, mayor distancia podremos observar y más nos ayudará en nuestro avance.

El material en el que esté fabricada la carcasa de la linterna o foco es sin duda otra de las variables más importantes a tener en cuenta a la hora de seleccionar nuestro producto. Se fabrican principalmente de dos tipos: aluminio y plástico.

El aluminio es ligero y de gran resistencia, teniendo el único inconveniente de que la corrosión marina le afecta, por lo que es necesario un buen cuidado; para evitar este tipo de corrosión, muchos llevan un tratamiento de protección (casi siempre un anodizado). El aluminio tiene la ventaja de ser un material duradero pero a la vez muy ligero.

En cuanto al plástico, en la actualidad se han desarrollado nuevos tecnopolímeros que permiten la construcción de focos que pueden resistir altas temperaturas, así como la corrosión, golpes, presión… con las ventajas de que casi no precisan mantenimiento y que su peso es prácticamente la mitad con respecto al aluminio.

Por último debemos también evaluar el confort. El tamaño y el peso de la linterna como la comodidad para llevarla. Debemos tener en cuenta que, sobre todo en el caso y inmersiones nocturnas, vamos a tener que llevar la linterna continuamente en nuestra mano, a no ser que tengamos algún adaptador para colocarla fija.

 

OTROS PUNTOS A TENER EN CUENTA

A la hora de seleccionar su foco, convendrá que tenga también en cuenta los siguientes puntos:

  • Potencia: se refiere al consumo del foco. Se mide en vatios. Cuanto más elevada sea la cifra que se indique, mayor será la luz que ofrece ese modelo y mayor será el consumo del mismo. Si dispone de regulador de potencia hará nuestro foco mucho más versátil.

  • Autonomía: con este término se define la cantidad de tiempo que el foco es capaz de ofrecernos luz de manera continua (sin necesidad de recarga). Depende de la capacidad de la batería, de la potencia del foco y del voltaje.

  • Peso y flotabilidad: Está claro que cuanto menor sea el peso del foco, más cómodo resultará tanto dentro como fuera del agua. La relación entre el peso del foco y su volumen determinará el grado de flotabilidad del aparato: si ésta es positiva, tenderá a ascender a la superficie, mientras que si resulta negativa se hundirá. Por ello siempre resulta recomendable llevar algún tipo de cordel de seguridad que nos permita llevar el foco constantemente unido a nosotros.

  • Estanqueidad: se consigue gracias a las juntas tóricas, un elemento principal del foco que debe ser sumamente protegido para evitar su desgaste (lo que supondría decir adiós al aparato). Cada vez que se abra la carcasa deberemos limpiar la junta y su asiento, engrasarla de nuevo ligeramente con silicona y proceder a montarla de nuevo con sumo cuidado para que quede correctamente asentada.

  • Profundidad máxima: profundidad a partir de la cual la estanqueidad del foco no está asegurada.

  • Desconexión automática: imprescindible para los más olvidadizos.

  • Alarma de batería baja: una prestación de gran ayuda para evitar quedarnos sin luz justo cuando más la necesitamos.

  • Termostato: desconecta las baterías cuando se aprecia un sobrecalentamiento de las mismas, lo que sin duda nos ayudará a evitar que el foco se estropee por un calentamiento excesivo.

  • Sistema de sujeción: para no perder el foco durante la inmersión. Casi todos los modelos incluyen un cordel que nos permite asegurarlo a la muñeca o a cualquier parte del equipo, si no la trajera deberá ponérselo usted mismo. Los focos más potentes suelen traer, además, un asa paralela a su eje longitudinal.

     

CONSEJOS DE MANTENIMIENTO

Por último, una vez elegido el foco de buceo más adecuado para sus necesidades sigue estos sencillos consejos de mantenimiento para alargar su vida útil:

  • Tras una inmersión, asegúrate al 100% de que el foco queda apagado para evitar sobrecalentamientos y desgastes prematuros.

  • Si compras una linterna con baterías recargables, la primera cosa que debes hacer es leer las instrucciones de las baterías para logra el mejor rendimiento y la vida más larga de estas.

  • Como con cualquier componente del equipo de buceo, enjuaga con agua dulce tu linterna de buceo lo antes posible después de su uso.

  • Inspecciona los contactos de la batería y límpialos, si es necesario, con un pincel limpiador.

  • Quita e inspecciona las juntas tóricas para localizar cualquier corte, desgaste o deterioro.

  • Guarda tu linterna de buceo en un lugar fresco y seco alejada de la luz solar directa. Protégela de golpes o roces. Si no vas a utilizar la linterna durante un tiempo prolongado, guarda las baterías por separado.

  • Mucho cuidado con los golpes (muy comunes en las embarcaciones).

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